5 razones para formarte en soft skills
Aunque vivimos en un momento en el que el desarrollo de la Inteligencia artificial y la robótica pone en duda algunos puestos de trabajo, rasgos como la empatía, la inteligencia emocional y las habilidades de comunicación, siguen siendo únicas e irremplazables.
Por este motivo, las formación en estas habilidades o soft skills marcara la diferencia a la hora de desarrollar una carrera profesional de éxito. Descubre 5 razones para formarte en soft skills.
Si aún te preguntas por qué deberías invertir en formación de este tipo, aquí vamos a ver 5 beneficios de este tipo de capacitación. De hecho, es común que estas habilidades sirvan para complementar otro tipo de formaciones, por ejemplos las del área técnica. Estos conocimientos “estructurados” requieren del desarrollo de capacidades como la comunicación o el trabajo en equipo para poner en práctica lo aprendido de forma efectiva.
5 razones para formarte en soft skills
Impulsan la productividad
Habilidades como la comunicación o la resolución de problemas, harán posible que podamos encontrar soluciones creativas para las dificultades que podamos encontrar en el puesto de trabajo. Esto se traduce en un claro impulso a la productividad personal.
Complementan las hard skills
Las hard skills son el conocimiento técnico y la experiencia que tiene un individuo para llevar a cabo una tarea. Pero nadie duda que las “habilidades blandas” son el complemento perfecto para este otro tipo de formación. El trabajo en equipo, la comunicación o el desarrollo de valores como la resiliencia o la adaptación al cambio servirán para complementar los conocimientos técnicos y poder aplicarlos en el día a día
Mejora el liderazgo y el trabajo en equipo
Aunque seas buenísimo en lo que haces, si no eres capaz de comunicarte de forma eficaz y trabajar con tu equipo mano a mano, no serás un buen líder.
De hecho, el trabajo en equipo se sitúa como la soft skill estrella, aquella que nos va a llevar al éxito en nuestro puesto de trabajo. Pero a trabajar en equipo se aprende, se entrena, ya que requiere de un “desaprendizaje” previo para desarrollar el puesto de trabajo de una forma más empática y donde conozcamos las necesidades de los demás para poder adaptarlas a la de todo el equipo y trabajar mejor.
Reduce el estrés laboral
El estrés procedente del trabajo afecta la productividad y el rendimiento. Esto puede dar lugar a plazos incumplidos, proyectos incompletos y conflictos con los compañeros de trabajo.
Aprender a priorizar tareas o a gestionar el tiempo de forma efectiva, va a ayudarnos a lidiar con el estrés provocado por la falta de tiempo. Las soft skills nos van a ayudar a manejar las adversidades con técnicas que mejoren nuestra vida diaria, tanto laboral como personal.
Mejoran la confianza personal
La confianza personal procede del autoconocimiento. Solo siendo conscientes de nosotros mismos, será posible conocer nuestros límites, fortalezas y debilidades.
El aprendizaje en habilidades nos va a permitir descubrir estas fortalezas, amplificarlas y darlas a conocer, proyectando una imagen más positiva y segura.
A veces nos enfocamos en exceso en el contenido del aprendizaje, dejando de lado aspectos como la forma de aprender, de transmitir este conocimiento posteriormente o de poner en común la experiencia de la formación. Esto no nos lo va a dar la formación técnica, sino estas soft skills de las que hemos hablado en este artículo.
En Avante entendemos las “habilidades blandas” como el complemento perfecto de temáticas más áridas como las que impartimos habitualmente. Por ejemplo, realizar un curso de Scrum y poder complementarlo con un módulo de comunicación efectiva, e garantía de que la agilidad aprendida en el primero, podrá aplicarse gracias a módulo de habilidades.
Se trata de buscar esa segunda dimensión que hará posible la aplicación efectiva de los contenidos tratados en formaciones más técnicas.
El objetivo siempre será el mismo: crecer profesional y personalmente.